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Estando de visita en las lejanas tierras de Elavcado, Ernestino fue apresado por la tribu de los bognodam.

Mientras le masticaba los zapatos, el chamán de los bognodam le dijo que, si no quería que se lo comieran a él, necesitaba formular una serie de conjuros.

1. El conjuro salvador

El primer conjuro, le explicó, es de la forma "este conjuro tiene X palabras". Sólo que, obviamente, en lugar de "X", figura la verdadera cantidad de palabras de ese conjuro [N. del Pablo: escrita en letras].

Ernestino se desesperó. Estaba confundido: ¿cómo iba a saber cuántas palabras tenía el conjuro, que contenía a su vez el número en cuestión?

Después de un rato de pensarlo, se le ocurrió una solución que podía salvarle el pellejo. ¿Qué se le ocurrió?

Solución (seleccionar el texto para verla):

Es fácil: "este conjuro tiene cinco palabras".

2. El conjuro de la O

El chamán prosiguió: el segundo conjuro es de la forma: "este conjuro contiene X veces la letra 'o'". ¿Cómo se salvó Ernestino?

Solución:

Lo interesante es que inicialmente, el conjuro contiene cuatro veces la letra 'o'. Pero si decimos "este conjuro contiene cuatro veces la letra 'o'" sonamos, porque ahora está cinco veces.

Afortunadamente, se puede arreglar, así: "este conjuro contiene cinco veces la letra 'o'".

3. Un viejo proverbio

Un viejo proverbio bognodamés afirma que si a alguien le formulan el siguiente conjuro, está condenado a que se lo lastren con fritas: "dice X veces la letra 'd'". ¿Tendrá razón el proverbio?

Solución:

Todo parece indicar que sí. Claramente la letra d está al menos dos veces. El conjuro "dice dos veces la letra 'd'" no sirve, porque contiene tres 'd'. El conjuro "dice tres veces la letra 'd'" no sirve tampoco, porque contiene dos 'd'. No hay más números con 'd' hasta el diez, que tampoco funciona, y de ahí en adelante los números pasan a ser siempre más grandes que la cantidad de 'd' que aportan (necesitamos que el número aporte tantas 'd' como su magnitud menos dos).

Bueno, esta última observación habría que demostrarla, pero me parece que se ve.

4. Dependencias cruzadas

El siguiente conjuro, dijo el chamán, es un poco distinto de los anteriores, porque participan dos letras: "el conjuro contiene X letras 'c' y contiene Y letras 't'".

Solución:

Una respuesta posible es: "el conjuro contiene seis letras 'c' y contiene cinco letras 't'".

5. El tamaño importa

En el siguiente conjuro, dijo el chamán, acordáte de que los espacios y las comillas simples que circundan la 'a' se consideran letras también. Es así: "el conjuro tiene X letras 'a' y Y letras en total". Ernestino pensó un largo rato y luego respondió. ¿Qué cazzo dijo?

Solución:

Una solución posible es: "el conjuro tiene cinco letras 'a' y sesenta y siete letras en total".

6. Un hechizo

En un hechizo, dijo el chamán, se mezclan las palabras y las letras. Cuando lo formuló, sus dos guardaespaldas de corbata y anteojos negros se relamieron: "este hechizo tiene X letras y Y palabras". ¿Pudo responderlo Ernestino?

Solución:

Seguramente. Recordemos que el Sombrero no era ningún tonto.

Una respuesta posible es: "este hechizo tiene cincuenta y nueve letras y diez palabras".

7. Un hechizo milenario

El siguiente hechizo, en apariencia muy similar al anterior, tiene mil años sin respuesta. Quizá no tiene respuesta, pero es más probable que nadie la haya encontrado porque a quién le importa: "el hechizo contiene X letras y Y palabras". ¿Tendrá respuesta?

Solución:

No tengo ni la más remota idea. Iterando la frase inicial y corrigiendo las cantidades a medida que se avanza no converge (entra en un ciclo infinito). Pero puede que haya alguna otra solución; habría que probar y probar (o hacer un programa que pruebe y pruebe).

8. La redención de Ernestino

El último hechizo, dijo el chamán, es más complicado que los anteriores. Sólo espero que falles, porque mis muchachos tienen hambre. El hechizo es el siguiente: "contiene X letras 'c', Y letras 't', Z letras en total y W palabras".

Ernestino pensó un rato y dijo la solución correcta. ¿Cuál era?

Solución:

Bueno, no sé si hay tal cosa como la solución correcta, pero algo así podía servirle: "contiene seis letras 'c', ocho letras 't', noventa y cinco letras en total y dieciséis palabras"

Conclusión

Al concluir el último hechizo, los bognodam se dieron cuenta de que Ernestino era el mejor conjurador que habían conocido. Todos los anteriores habían fallado, aunque eso se podía explicar fácilmente, sabiendo que él era el primero.

El chamán le dijo a Ernestino que como había resuelto todos sus acertijos, él y su tribu iban a ser sus servidores; y, en efecto, lo sirvieron a la portuguesa unas pocas horas más tarde.