Entierro en el molino

Físicamente enclenque y esqueleto,
eco de anquilosado vejestorio,
recordando al brocal del lavatorio,
nos observó tras su bigote escueto;

amenazante porte el de este feto,
nigromante hechicero de un emporio
de rastros se pensó. Y el sanatorio
abrió sus puertas y picó el boleto.

Multiplicaba innúmeros sesentas
ululando productos insensatos,
gimiendo en gotas cada febril cuenta;

ida sin regresión ni correlato,
cordón umbilical que sin placenta
acaso pareció un autorretrato.

No hay comentarios: