Oss & Auen bei oct;

No, todavía no me responde. A veces pienso que estoy definitivamente enfermo, cuando me encuentro esperando aquello que acaso nunca llegue. A ver si me respondió ahora. La periodicidad es enfermiza. No respondió. La frecuencia, quizá, de un centihercio. Ni el mayor de mi diestra, así dicho para que suene importante, ni la pringosa tecla con la que efecinqueo el inbox descansan.

Y otra señora tenía los cachetes así, todos negros. Yo estaba sentada en el asiento este, que si estoy parada salgo por el vidrio ese que se rompió. Le voy a hacer un juicio al coletivero. El boleto lo guardó el abogado en la caja fuerte. Por eso hay que sacar boleto, porque si choca cómo comprobás que viajaste, si no. Yo le dije "nene, ¿qué tomaste, cocaína?". A una señora se le rompieron los anteojos. A otra se le rompieron todas las venas ¡y le salía de sangre!

Son ya las cuatro a-eme; afuera gorjean pajaritos y los primeros trenes del día despiertan los durmientes (podrías, niña, hacer un juego de palabras con eso). A ver si ahora respondió. ¿Dónde quedaron mi inquebrantable concentración, esa voluntad horrible con la que me sentaba a construir activamente, en lugar de a sufrir absurdamente la espera?

Yo soy del rojo, papá. Nos guardamos todos los goles para ustedes. Ahora más vale que traten de salir campeón. El otro día lo vi al pelado Lalín acá. Yo le dije "pelado, devolvé la plata que te robaste del banco". ¡Cómo metió la mano en ese club! Ustedes no saben quién es el dueño, si Macri, si el otro, si los norteamericanos... a ustedes no los salva nadie, ya tenemos el año cumplido. Les ganamos a los hijos.

Hace horas debería haberme acostado. No dejando de preguntarme por qué demora tanto la respuesta, sigo encontrando el inbox tabla rasa, no disímil a memoria infantil de recién nacho. No, no llegó nada. ¿Quizás no habrá recibido el mail? Ya estamos maduros, ni siquiera esta hipótesis consuela. ¿Habrá quedado sepultado en un torrente de fwds, se habrá tristemente trasespameado? Quizás todavía no lo leyó, o salió y todavía no pudo verlo. O le habrá pasado algo. No sé, no creo. A ver, quizás ahora sí. Pero son las cuatro de la mañana, qué me va a responder a esta hora. No, claro, no responde. Pero no entiendo, ¿no revisa los mails antes de irse a dormir? Seguro que sí. Otras veces me respondía. Seguro ya lo vio y no me quiere responder. Lo habrá borrado para olvidarse. ¿Le habrá molestado? No era tan desubicado. Ya se habrá ido a dormir, no sé para qué sigo despierto. Creo que estoy mal, ¿no sería normal que responda mañana? Sí, eso tiene que ser, sus plazos son diferentes, más laxos, que los míos. ¿Y si no me responde más? Me tengo que acostar, mañana me tengo que levantar temprano, me quedan unas horas nada más, espero despertarme. Pero igual efecinco, quizás ahora me está respondiendo. Pero no, si también tiene que dormir.

Me pica la pierna adentro. ¿Vos lo conocías al pibe? La gente lo quería agarrar pero salió corriendo y se metió en el patrullero. Yo ni me di cuenta, qué hijo dep. Decí que estaba el palo. Si no, yo que no sé nadar, me iba al río y llena de mierda. No... yo dentro de todo la saqué barata. Una señora y dos pibes... no sabés. Era increíble la sangre que les salía. Encima dos viajaban por Aerolíneas. Viste, quieren ahorrar en antigüedad, y toman nuevos. Había uno que tenía muchos años ¡y renunció! Se fue a la mierda, pero sacó un vagón de guita el tipo. Se fue a Italia, porque allá tenía la madre o el padre.

Señor taxista, por favor reconózcalo, no nos conocemos y no sabemos de qué hablar, no insista por favor en intentarlo. Además usted no me quiere conocer, ni tiene ganas tampoco de hablar sinceramente conmigo. Entonces por favor absténgase. Usted quiere intercambiar palabras, pasar de un tema al otro, para que el tiempo fluya menos dolorosamente, más amenamente, empujado por la distracción. Le advierto: lo que conseguirá así es morir más rápido. Usted insiste en lo loco que está el tiempo, en el escándalo de moda que sale en las tapas de los diarios, en el fútbol, en lo perdida que está la juventud, y en trivia insignificante digna de recuadro ¿Sabías que...?. No otra cosa que lugares comunes, en los que por suerte vamos a estar de acuerdo, porque usted tiene miedo de encontrar que opinamos diferente.

Claro, quieren ahorrar en antigüedad. Te quieren aumentar el boleto, pero no quieren aumentar el sueldo. Tienen la guita estos guachos. Mirá, yo con que me den quince mil pesos me conformo. Pero yo dije "pobre gente, está peor que yo". ¡Le salía una de sangre de acá, eh, de las pestañas, de los ojos! ¡Pobrecita, cómo le debe haber dolido! Le tiraban piedras, se metió en el patrullero el guacho. Perá que me bajo. Chau, pibe.

Una mujer iba llorando en el subte, rodeada de decenas de personas, y ni una de ellas se atrevía a preguntarle qué te pasa, necesitás ayuda.

Tan apretados y tan separados.

Alto bajón

Afuera siguen lloviendo
las isocrónicas gotas.
Lloviznas de telaraña
que llueven sobre las olas.

    La verdad es que no quiero
    compromisos con tus tontas
    intenciones, date cuenta
    de que son las tuyas propias.

La obligación me maquilla
los párpados con su sombra,
sabe apretarme la angustia
como al ahorcado la soga.

    Igual te digo que sí,
    porque no tengo las bolas
    para decirte que basta
    que no quiero que me jodas.

Voy pateando las tristezas
por la nera de la costa,
guardando perrunamente
dentre las patas la cola.

    ¡Y pensás que tus deseos
    para colmo a mí me copan!
    Quiero una existencia simple,
    sin pretensiones pomposas.

Un fantasma me intimida:
el no haber cumplido. Troca
ya en desvelos mis promesas,
ya en pesadillas culposas.

    Hace tiempo una pregunta
    esperás que te responda.
    No pienso decirte nada,
    a ver si entendés las cosas.

Resguardado en su paraguas
con la mirada me exhorta,
me clava cada pregunta
como una daga filosa.

    Tengo miedo de encontrarte,
    escapo de tu persona,
    no quiero enfrentar tus ojos
    que todo me lo reprochan.

Pesan sobre mí sus juicios,
quiero cortar las esposas
que en títere me convierten
de palabras mentirosas.

    Me duele y me da vergüenza
    no cumplir. Y me da bronca
    sentir que estoy implicado
    en temas que no me importan.

La cabeza me atormentan
fobias y caos y cosas.
Tambaleando ante la deuda,
la endeble mente zozobra.

    Maldíceme un gato en ruso,
    su caracúlica boca
    codea en utefe-ocho
    cirílicas palabrotas.

Afuera siguen lloviendo
las isocrónicas gotas.

Blitzkrieg III - soneto escrito en diez minutos

Sacás de la galera otro conejo.
Los materializás como si nada
fibonachesco, uno tras otro, cada
gazapo de ojos de carmín parejo

atraviesa, quebrándolo, el espejo
con sus orejas hechas de frazada
y la piel blanquecina, inmaculada,
ante la cual el blanco es negro, viejo.

Ya no tengo más tiempo, escucho ahora
la musiquita, el Super Mario Bros,
indicando que ya llegó mi hora.

Es como atragantarse o tener tos,
y tomarse un tecito que expectora
siete versos en un minuto o dos.

Referencia cultural: cuando terminé el octavo verso, me quedaba un minuto y medio. Me demoré largamente en las primeras dos estrofas. Mentalmente empecé a escuchar la musiquita acelerada de cuando quedan menos de 100 ticks en el Super Mario :D
Cada día me salen peor, voy a ver si ["r" o "d"]esisto.

Blitzkrieg II [casi-soneto redactado en diez minutos]

Por separado, eran las partes de ella,
los ojos, la nariz de la pendeja,
la piel, la boca, el pelo, las dos cejas,
todas incomparablemente bellas.

Pero en conjunto, cada hermosa estrella
no conformaba una constelación:
la mina no era, lejos, un bombón
y era un bagallo más que una doncella.

Así como cien trazos, aunque hermosos,
aislados no conforman obra de arte,
cada rasgo era aislado primoroso

y su combinación, un mundo aparte,
un espanto que afirma, tan monstruoso,
que el todo no es la suma de sus partes.

Notas: Ya tenía el tema antes de empezar.

Se complica respetar el abba abba porque no pienso las palabras de antemano. Trato de elegir cosas que intuitivamente suenen más o menos comunes, pero no siempre son fáciles de usar después.

Por otra parte, hay detalles espantosos obvios que mientras escribía trataba de solucionar, pero se acabó el tiempo antes de conseguirlo... (palabras mal repetidas, ripio).

Ah, y el verso final ya lo usé una que otra vez, pero me pareció que daba para usarlo. (No sé de dónde viene esa prohibición tácita de que uno no puede usar un verso que ya usó antes).

Lo demás quedaría igual de feo, aunque le dedicara varios siglos.

Soneto blitzkrieg - redactado con deadline de diez minutos

1

Este primer soneto en diez minutos
va a salir cualquier cosa, y los demás
supongo que también. ¿O qué esperás,
no te das cuenta de que soy un bruto?

Con el posmodernismo está de luto
la moda de antes que era ser tenaz,
de no tirarse nunca para atrás,
de sentarse a pensar, volverse puto

demorando una vida en los detalles.
Ahora vivir es más una vitrina,
de distracciones, pasatiempos, calles

llenas de luces, y eso me destina
a escribir apurado, aunque me falle.
Ya no queda más tiempo, así termina.

Post-writta: pura adrenalina, se siente una cosa en la panza.

2

Pre-lecta: quedó medio mocho, pero arreglarlo sería trampa.

Soy pretencioso, y quiero ya el segundo.
Pensando que los versos son catorce
miro el reloj. Al menos no es en Morse.
No sé si mi intelecto es tan fecundo

como para cerrarlo. Un no rotundo
se me ocurre al no ver ninguna cosa
que rime con las voces espantosas
que puse. Es como dar la vuelta al mundo

con un plazo de sólo ochenta días.
Me queda menos de un minuto y medio,
quisiera no escribir cosas vacías

pero es desesperante el duro asedio
que los nervios consiguen en la mía.
Lo bueno es que con esto no hay más tedio.

Femme fatal

Pensé que a mi amigo
se le iba la mano,
un día agarró y dijo "Hermano,

no hablés con la mina,
perdela de vista".
Como él es un cerdo machista

ni bola le di,
no quise escuchar.
En verso empezó a *sermoñar:

"La flaca contempla
con vulto sexual,
tiene algo de virgen vestal

con duplo sentido
que te hace putar
me tiene unas ganas sin par".

(Extraño dialecto
que él mismo encasilla:
"fabulo el latín de la orilla").

"La loba te clava
los de ella en tus ojos;
con vox de vení que te cojo

pronuncia (y sugiere
más cosas) un hola,
cavea auditor, que te viola".

Chapado a l'antigua
mi amigo, un ortiva,
pregona que la iniciativa

es cosa de "machos"
y siente al final
espanto de la femfatal.

¿O acaso era un truco
porque él la quería?
Me dije "yo sigo en la mía",

pelé los piropos,
me puse los guantes,
y así le metí padelante.

Realmente lamento
que un tiempo después
(me soplan acá "in medias res")

tuviera que darle
la triste razón
al ya mencionado chabón.

Guardaba esta chica,
la típica histérica,
atrás de su piel cadavérica,

oscuros deseos,
no sólo era garca
sinó qu'era propio la parca.

"¿Qué sos, pelotudo?"
decía la gente
cuando le miraba los dientes

de la calavera.
"¿Cómo es que te engaña?
No ver semejante guadaña..."

Muy tarde comprendo
por qué la capucha,
las manos más bien paliduchas,

por qué resultaban
sus muslos tan flacos
y gélidos sus arrumacos.

Yo me ne fregaba
en los tantos consejos
que entonces me daba mi viejo:

"Mirá que a esta piba,
que se hace la santa,
la tengo ya acá en la garganta.

Honrá la memoria
de, pobre, tu abuelo
que arriba nos mira en el cielo.

Es una asesina
y amiga del SIDA,
de vos lo que quiere es tu vida".

Algunos, muy pocos,
deseándome suerte,
"te banco", bromeaban, "a muerte".

Y yo, por mi parte
con ella salía.
El tema es que yo la quería.

Igual te confieso
que yo me asustaba
las noches en que me llamaba

mi novia y decía
"te paso a buscar",
o incluso "te voy a matar".

De a poco la cosa
se vio complicada:
estaba ella siempre ocupada

entre hambres y guerras
y pestes e inviernos,
ni tiempo tenía de vernos.

Yo muerto de celos
la vi alguna vez
con otro jugar ajedrez.

Un día ella dijo
"si bien me gustás,
lo nuestro no da para más";

así quedé lleno
de un solo deseo
(hace años que ya no la veo):

volver a admirar
su blanca belleza.
Por suerte tengo esa certeza.

A Tafrio y Fledo


Dos amigos tiene Roque
que guarda, lo sabe el mundo,
por abajo del ombligo

cabe su pene badajo;
ya profundo en la buzarda
los quisiera, o en el pecho,

pues de él se acuerdan, atentos,
en los momentos de mierda:
-le piden comida y techo-.

Uno es un tipo sencillo
que se parece a mi madre
porque de sombra, lampiño,

de todo bozo carece;
y -es triste- desde los trece,
aparte, un corpiño viste.

Sencillo tipo es el uno
y al lado, es hijo y Edipo
como un niño, el otro. Es eso:

un amasijo en dos patas
de ceño malhumorado,
despojado de pescuezo.

Cejijunto, una corbata
varicosa cubre el grueso
nido en que el pequeño late,

donde sus ubres reposan
goteantes. Él, derretido,
está hecho todo de queso.

Tipo es el uno sencillo,
vanidoso, cuyos cables
-su pelo bruno y de alambre-

de mancebo, con cepillo
lustra. Y es anhelo suyo
de Febo opacar el brillo.

Nadie al otro, amorfo, iguala
monstruoso en nombre ni aspecto
ni en aliento aterrador,

viento infecto cuyo hedor
exhala este hombre maltrecho
de podrido roque-for.

Los colmillos socarrones
marrones de cigarrillo
el esqueleto culminan

guaso del primero. Un feto
pincela el segundo, acaso
de muzzarella o fontina.

Así, cual fresco y membrillo,
como culo y calzoncillo,
como príncipe y mendigo,

siempre juntos meten miedo
don Estafrio y Morchinfledo:
Roque tiene dos amigos.

Bloated

~Los invito a mi fiestita~

Aparentando que organiza un juego
  en la celebración del cumplañitos,
    así el Payaso al toque reconoce
al que hace trampa en el gallito ciego,
  al que mojando en coca los chizitos
    del burro el rabo ofende y lo descose.

Buchonea al tutor, al encargado
  o incluso al padre del que pide tres,
    que arriba del añil jacarandá,
o en una áspera higuera encaramado
  se encuentra el pibe. -Che, si te caés
    -lo irritan- ¿qué le digo a tu mamá?

La piñata el bribón monopoliza
  y entona que los cumplas paratrás.
    Cual Héctor amenaza al rey micénico,
queriendo, el cumpleañero, una paliza,
  teatral exclama: -Me las pagarás,
    haré tu lengua mi papel higiénico.

Así, en el útero del hospital
  inhóspito, ellos juegan a las cuentas.
    Según solemne lo pidió un doctor
que secciona la pulpa cerebral
  multiplican sesenta por sesenta.
    Nadie sabe que hay otro observador,

un nene que en secreto el hecho espía
  con la cara de un ángel espectral
    sacado de una foto de Treblinka,
sintiendo en propia carne la agonía
  del tormento macabro y medieval
    del quirúrgico filo de los incas.

Ripio

1. Invectiva contra J. de E.

Aunque, ¡ay!, José, yo te admiré al principio,
  porque amo tu Canción, ¡oh!, del Pirata,
  tu práctica, ¡ay!, del "¡ay!", es tan barata
y tortuosa cual, ¡ay!, ruta de ripio,

que el verbo "honrar", ¡ay!, sólo en participio
  podría conjugarlo, ¡oh!, si remata
  en caso acusativo, ¡ay!, tu, ¡ay!, ingrata
gracia, ¡ay!, dicha oración. El municipio

tiene, ¡ay!, que subsanar la situación,
  aunque, ¡ay!, hay que pagar, ¡ay!, más impuestos;
    pero el tránsito es, ¡ay!, tránsito lento.

Esperanzado anhelo, ¡ay!, la ocasión
  que tapie, ¡ay Espronceda!, tu funesto
    ripio y, ¡ay!, lo convierta en pavimento.

2. Haiku de ripio

Ay ay, ¡ay!, ay ay.
¡Ay ay ay, ay ay ay! Ay,
ay, ay, ay ay, ay.

¿No te cansás de los endecasílabos? / No me canso, señora, no me canso.

Dr. Homúnculo / Mr. Artrópodo

Yet another chabón politizado
  expoñendo impetuosas opiñones
    troca mi culpa en llaga dolorosa,
de ni ver dónde cazzo estoy parado,
  de hacer de cuarta umblog de maricones
    por no entender umpomo de otra cosa,

de no estar ñ'umpoquito actualizado,
  d'en la vida tener tan miope vista
    que apenas si conozco mi ciudá,
de no enterarme de los atentados,
  gozando pasatiempos escapistas,
    por no lêr La Razón a voluntá.

Soy un flaco sin calle, un mago trucho,
  un bebé de mamá y pocos amigos,
    el que escucha en YouTube a Prokofiev,
el de los hipervínculos flacuchos
  que quisiera no frágiles contigo
    apuntándonos mutuos hacherrefs.

Sabato condenaba (sin acento),
  cual de la Emperatriz, esa Infantil
    peculiar actitú en seudoescritores
que viven en su cirro flatulento
  d'encerrarse en la torre de marfil
    sin mirar cara a cara sus terrores.

La conciencia, que todo lo censura,
  rasga el recuerdo de-pravados sueños,
    mediante hojas amnésicas de parra
volviendo tu vigilia dictadura.
  \"La meta vía para ser tu dueño
    es-capando comillas con-trabarras.\"

Endecasílabos y besos

0 - Las dos cecas de la moneda

Bajé en la estación de trenes, y me sentía muy tonto porque todo el mundo llevaba bolsos y valijas gigantes y yo tenía solamente el morral con un buzo, un sobre, un frasco de perfume sin perfume, y un dibujo del payaso Pichito.

1 - All the way down

Quelonia de cariática labor
en la cerviz, cual Atlas, carga el orbe,
por cuanto no sorprende que se encorve
llorando permanentes tortuguícolis.

Me dijeron: Ponete media pila,
pensá cómo ella arrastra el lastre a cuestas
antes de reincidir en tus protestas
por llevar solamente una mochila.


Nunca volví a quejarme por el peso
(por parecerme agudo el consejero)
del bolso en el que tengo cada beso

que alguna vez me gustaría darte.
Será, me pesa más que el mundo entero,
que el todo no es la suma de sus partes.

2 - Nokia 1100

¿Quién no ha pesadilleado
con el toroidal cosmos del snake?

3 - El rompecabezas de un dragón

Cuando te saludaban los peatones,
buscabas a mamá que te escondiera,
refugiabas la cara en su pollera.
Ya me los imagino, socarrones:
¿te comieron la lengua los ratones?

Quien una vez te conoció recuerda
el pudor que quizá ya nunca pierdas.
Será que te acompaña y es por eso
que te avergüenza tanto darme umbeso:
porque somos dos tímidos de mierda.

4 - Pseudojaicu

Tabaco fume,
y ahume como moto.
Si gana, ceda.

5 - Edificio

Construyó una casa
con ladrillos de pañal
y de papel higiénico,
pegándolos
-como cualquiera podría adivinar-
con cemento Portland.

Dos seres mitológicos

I - El ojo en el ojo ajeno

En lo hondo del rumor sanguinolento
del Flegetonte, moran por centenas
oculópodas sierpes. Una pena
que licuado y carmín el atramento,

las plaquetas que ofician de alimento
en el fleboso cauce, el cuajo plasma,
los glóbulívidos como fantasmas,
y los eritrocitos suculentos

no aporten los nutrientes que la vista
requiere. Porque el suero es gelatina
que no contiene más que hemoglobina.

Tal es la afirmación del oculista

cuando la dieta de las que navegan
por el río que solve et non coagula
analiza, y al fin recapitula:
Es por eso que ustedes están ciegas.

Se solicitan dadores de sangre de cualquier grupo y factor RH para el río Flegetonte.

II - El miedo no necesita fantasía

También el baño del departamento
guarda una bestia atroz, de poco amena
facha. Siempre que tiro la cadena
le cruzo una mirada al esperpento.

Acecha sin descanso. Me hilodento
y me lavo los dientes, y él ahí,
como si me esperase siempre a mí,
con un tesón tan manso que es violento.

Su existencia es mi horrible pesadilla.
Reprocha los errores que cometo,
se burla de mi cuerpo sin respeto,
conoce mis temores y me humilla.

La esperanza es (se va poniendo viejo)
que se muera el engendro que me imita.
Cada vez que yo grito, el monstruo grita:
se burla desde adentro del espejo.

Tea for two

I - Ishtar

¿Quién es Cony Salela?
¿Qué esconde bajo el hábito de bruma
que viste con vergüenza y poca tela,
bajo la voz con que me acaramela?
¿Por qué le sale de la boca espuma?

Pregunto al ver su rostro de coneja
con los dientes salidos
¿adónde se habrán ido
el marido, los hijos y la vieja
mientras labura en casa la pendeja?

¿De qué sabor será el preservativo
de textura gomosa como raba
cuando ella lo chupaba?
A modo informativo,
¿quién es Cony Salela? Pues un trava.


II - Fromm

Cuando me preguntás cuánto te quiero,
me da vergüenza responder que nada.
Me da bronca que seas tan tarada
porque, mirá, no puedo ser sincero.

Entonces te respondo que hasta el cielo,
la verdad lo que quiero es verte mía
aunque vos seas una porquería,
porque si no me muero de los celos.

Creo que vos querés un compromiso,
yo solamente quiero un tachangou
para salir, o sea, al bar de Moe
y andar con otras sin pedir permiso.

Es que al principio vos me calentabas,
dije listo, la mina de mi vida,
pero estás cada día más caída,
estás hecha pelota y una naba.

Me dijiste ¿salimos esta noche?
y yo no quiero ya ni darte un beso,
ni en tus caprichos malgastar un peso,
ni hacerte de taxista con el coche.

Cuando juré quererte hasta el final
estaba en pedo, yo, seguramente.
Pensaba que vos eras diferente
pero eras sólo una mujer normal.

Me harté de tu continuo GET y POST,
siempre me complicás con tus problemas,
y no puedo ofrecer mejores temas
porque vos ni siquiera mirás Lost,

te quedaste en la tele blanco y negro,
no registrás ni el Supermariobrós.
Me cansé de tus mañas y de vos,
y ni hablar de tu vieja y de mi suegro.

Siempre hablás de la vida, de la muerte
y mostrás tu sentir en la mirada
¿por qué mejor no hablamos de pavadas?
Quiero sexo, no quiero conocerte.

Recién horneado

Siempre tuvo levante en Emesene
pero una chica de verdad, ni en broma.
Porque él era inmaduro como un nene

(también porque Internet, se sabe, es soma).
En receso, digamos, estival
él viajaba por Gúguelmaps a Roma.

Si conjuraba en hexadecimal,
era porque el binario es tan --verboso
que el grito #cadabá y el numeral

no evocan tal cromema gris verdoso.
Se metía en camisas de B varas
buscando con fervor a los famosos

en la vieja Gagool y en Librocaras.
Ni Guandanara, ni Yordano Bruno,
ni el cóndor Yinyi Rinyi Bubamara

ni el protoatanatósofo Unamuno
sacaba de sus cueris para afuera.
Escuchando la música de Juno

que los aqueos no me enclaban Hera,
tuvo la trágica revelación
de haber vuelto su mente una twittera

de un nauseabundo puaj de información
y zapping distractor y trivial llena.
Quiso sembrar la anticrastinación

con lecturas del Canon de Avicena,
el estudio del anglosaxofón,
el minucioso afán de la Novena,

sacando las hormigas del malvón,
analizando juegos de ajedrez,
y curando en su propio hogar jamón.

No obstante los esfuerzos, cada vez
que el tipo hacía más y más y más,
se hundía en la ansiedad y en el estrés.

Ay, esta juventú va paratrás
chilló al saber del caso cierta vieja.
Yo me limito en esto a ser veraz,

no te pienses que tiene moraleja.