Esta breve observación, que ilustro precariamente, pretende convencer al lector de que partir un libro en tomos es una idea que se lleva pésimamente con nuestro sistema de escritura.
El motivo es que hay dos buenas propiedades de una secuencia de hojas que no pueden mantenerse simultáneamente separando un libro en tomos, a saber:
- Cuando uno pone los tomos en fila, querría que el de más a la izquierda sea el primero, respetando el orden natural de nuestro sistema de escritura.
- Cuando uno considera los tomos como un único "volumen", querría que la tapa del volumen sea la tapa del primer tomo, respetando también el orden natural de nuestro sistema.
La ilustración permite ver fácilmente que si se cumple (1) no puede cumplirse (2) y viceversa.
El lector puede comprobar también que esto tampoco se cumple en un sistema de escritura como el árabe o el hebreo, porque si bien las líneas se escriben de derecha a izquierda, las páginas se van pasando de izquierda a derecha, es decir al revés que nosotros. (El problema sigue dándose porque, al togglear ambos rasgos, el sistema mantiene la "paridad").
Podrían cumplirse ambas propiedades en un sistema que togglee sólo uno de los rasgos, es decir que se escriba de izquierda a derecha pero pase las páginas al revés que nosotros, o que se escriba de derecha a izquierda y pase las páginas como nosotros. No he investigado demasiado sobre el asunto, pero no conozco sistemas con estas características.
Al margen
Nunca me quedó claro qué parte del libro es "adelante" y qué parte del libro es "atrás".
Por momentos tiene sentido pensar que "adelante" es más cerca de la tapa, y "atrás" más cerca de la contratapa.
Por otro lado, uno también suele pensar que más "adelante" es lo que viene después, y más "atrás" lo ya leído, con lo cual se invertirían las nociones.
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