Afuera siguen lloviendo
las isocrónicas gotas.
Lloviznas de telaraña
que llueven sobre las olas.
La verdad es que no quiero
compromisos con tus tontas
intenciones, date cuenta
de que son las tuyas propias.
La obligación me maquilla
los párpados con su sombra,
sabe apretarme la angustia
como al ahorcado la soga.
Igual te digo que sí,
porque no tengo las bolas
para decirte que basta
que no quiero que me jodas.
Voy pateando las tristezas
por la nera de la costa,
guardando perrunamente
dentre las patas la cola.
¡Y pensás que tus deseos
para colmo a mí me copan!
Quiero una existencia simple,
sin pretensiones pomposas.
Un fantasma me intimida:
el no haber cumplido. Troca
ya en desvelos mis promesas,
ya en pesadillas culposas.
Hace tiempo una pregunta
esperás que te responda.
No pienso decirte nada,
a ver si entendés las cosas.
Resguardado en su paraguas
con la mirada me exhorta,
me clava cada pregunta
como una daga filosa.
Tengo miedo de encontrarte,
escapo de tu persona,
no quiero enfrentar tus ojos
que todo me lo reprochan.
Pesan sobre mí sus juicios,
quiero cortar las esposas
que en títere me convierten
de palabras mentirosas.
Me duele y me da vergüenza
no cumplir. Y me da bronca
sentir que estoy implicado
en temas que no me importan.
La cabeza me atormentan
fobias y caos y cosas.
Tambaleando ante la deuda,
la endeble mente zozobra.
Maldíceme un gato en ruso,
su caracúlica boca
codea en utefe-ocho
cirílicas palabrotas.
Afuera siguen lloviendo
las isocrónicas gotas.
1 comentario:
Me embola el verso pero me gustó el oxímoron del título
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