11-12

xii


Máscara ritual, frenesí del rito,
baile azabache ante el tambor chacal,
terror en las pupilas ancestral,
aullido ahogado que deviene grito.

Boca inmóvil abierta al infinito
y ojo en la cara inmóvil sepulcral,
putrefacción hinchada abdominal,
presagio abominable de lo escrito.

La máscara ritual infunde espanto
porque remite al rostro de los muertos.
La mueca desolada muda y llanto

mete su horror de nieblas. Me despierto,
la pesadilla de la madrugada
quieta vela la cara enmascarada.


xi


Bicharraco ficticio sobrehumano
de la familia de lo extraordinario
cuyo hábitat natal son los bestiarios
y frecuenta volúmenes arcanos.

De adulto alcanza el largo de tu mano,
y se alimenta de lo imaginario.
Sus pelos y señales legendarios
volqué en sendos compendios castellanos.

Sus humos son mis sueños en colores
y su maná tu sangre y tus humores.
Desde hace siglos las atribuciones

confabularon imaginaciones
del monstruo que pinté cuando era pibe
y en estas líneas todavía vive.


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