Lepílepá

–I–

Hoy conjugó el invierno, de nuevo, en la silueta,
pic,
que concentra lo dulce del vino y el almíbar,
pac,
algo tan frío,
pic,
que no me acuerdo,
pac.

¡Oh, lentejuela, por demás culona!
pic,
¡yaguareté del monte!
pic,
¡lagartija voraz que estás en todas!
pic,
¡oh, espécimen mortífero del túnel!
pac,
¡yerno de dóndes anodinos!
pac,
¡yegua: calambres, hambres, farsas!
pac.

El sable corvo herido, la humedad, el salitre,
pic,
qué inapelable escrábel de lápices y tintas,
pac.
Por el sacado mártir que descose geodésicas,
pic,
la carne de gallina y el caracú tirita,
pac,
su lento estertor brújulo en remera,
pic,
y un poniente sin génesis, ni pieses, ni culebras,
pac.

Hoy en torno a la mesa nos convocó de vuelta,
pic,
su presagio inconfeso de papirotes réprobos,
pac,
juntando en almanaques el roquefor del pífano,
pic.

Graznando recaídas, omeyas, samuráis,
pic,
azúcares extrínsecos y ponchos necrológicos,
pic,
así marcó la noche su grito y su pelícano.


–II–

Palabras. Silenciosas. Palabras.
Que vienen. Y van. Que vienen.
Puertas. ¡Palpitaciones! Puertas.
Los trenes. También acá. Los trenes.

Limitaciones. Valga el coraje. Limitaciones.
Cierta carta. ¿Cómo estás? Cierta carta.
Muertes. ¡Mutilaciones! Muertes.
Tantas. Y tantas muertes. Tantas.

Abajo. Bajo el sendero. Abajo.
Espero. No hay sol ni luna. Espero.
Morgue. ¡Reconocerte! Morgue.
Cielo. Tu semen joven. Cielo.

Esta boca. Callando. Esta boca.
Pero atrás. Pero está abierta. Pero atrás.
Sueño. Si te he soñado. Sueño.
Paz. ¡Eterna paz negra! Paz.


–III–

abejorros
zumbido
ecos de almíbar
nupcias

florecer del almendro

sol quieto
alfanje negro
que decapita el cerro

arrullo
ladran
perros distantes como estrellas


–IV–

Arré, salta el milpiés,
posado en su cenáculo,
centauro cloacal,
y escancia licor sólido de mierda.
Arré, que agua estancada,
y al extender su quilo de tentáculos
orquesta
mudez de aljófar y morcilla líquida.
Arré, se manifiesta
por aquella intrincada redecilla,
ni perigeo ni cenit,
donde asoma el oriundo de la villa
su duraznillo.
Arré, mira un insólito
espectáculo, oráculo espectral,
como un demiurgo, ¡arré,
mirando electroencefalografías!